sábado, 30 de enero de 2010

RE-VERSOS: MARIO BENEDETTI

NO TE RINDAS
No te rindas, aún estás a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras,
enterrar tus miedos,
liberar el lastre,
retomar el vuelo.

No te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros,
y destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda,
y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma
aún hay vida en tus sueños.

Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
porque lo has querido y porque te quiero
porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.

Abrir las puertas,
quitar los cerrojos,
abandonar las murallas que te protegieron,
vivir la vida y aceptar el reto,
recuperar la risa,
ensayar un canto,
bajar la guardia y extender las manos
desplegar las alas
e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos.

No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida en tus sueños
porque cada día es un comienzo nuevo,
porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.

jueves, 28 de enero de 2010

MIRANDO OBJETIVOS

Cuando hace poco planificaba, o quería planificar, las carreras de este año, pocas eran las que motivaban mi ánimo para correr, y pocas eran las elegidas como seguras, plasmadas en el papel solo tres, las medias de Getafe y León, y el maratón de Madrid; listado casi nulo para un largo año, no me preocupó en aquel momento la falta de ideas, sabía que a la primera reunión de los fijos del “Nunca”, a la primera comida que celebrásemos todo cambiaría.
Y eso fue lo que sucedió el sábado, en nuestra cita previa a la carrera del domingo, en nuestra particular comida de la pasta; donde cada uno expone sus lugares para correr, sus objetivos, sus retos, sus locuras; lugares, objetivos, retos y locuras que hacemos nuestros, y que casi siempre acabamos por cumplir, aunque sea a largo plazo.
De allí me traje carreras para el año que viene, para el siguiente y para el siguiente, y para más adelante, citas que poco a poco procuremos ir cumpliendo; pero para el presente más reciente me vine con los “100 kilómetros en 24 horas” organizada por Corricolari y que habitualmente celebran en el mes de junio, propuesta por mi amigo Ángel, quiere sacarse su particular espina, no pensaba acudir este año a la cita, pero que voy a hacer, no le puedo dejar solo.
Por si fueran pocas locuras que en esas reuniones exponemos, el domingo en Getafe, el amigo Carlos, me habló de una carrera que se celebrará por la sierra madrileña el día 03 y 04 de julio, prometí estudiarla, y estoy en ello; hoy en uno de esos viajes relámpagos a la capital de España (de ida y vuelta), mientras iba confortablemente sentado en el coche alzaba la vista hacía esa sierra, hacía esos riscos, mientras pensaba “estas loco”, lo estoy estudiando………sigo estudiando.
Pero ahora, de momento, las buenas sensaciones de la media de Getafe me llevan directamente a la media de Pola de Siero (14 de febrero); de media a media y corro porque me toca.
No cabe duda que fue un fin de semana lleno de proposiciones deshonestas.

lunes, 25 de enero de 2010

XI MEDIA DE GETAFE: MI HISTORIA

Subo la persiana; alzo mi vista al cielo, mi plegaria a ese cielo gris que me da los buenos días, con el recuerdo del aguacero del año pasado.
De camino a Getafe, sigo de reojo ese cielo, aún gris, mientras repaso mentalmente el planteamiento de carrera, con los nervios previos y ese temor a que algo se tuerza; así nos vamos acercando al lugar de la cita.
Ya esperan mis amigos del “Nunca correrás solo”, que o han madrugado más o han tenido más suerte a la hora de aparcar; Sonia y yo recogemos nuestros dorsales, y junto a los del Nunca nos vamos a la cita blogera; a poner nombre a esas caras, a esa gente con las que hemos intercambiando comentarios y con los que compartimos la pasión por correr; minutos de agradable charla, de fotos para el recuerdo, antes de que cada uno se vaya a lo suyo.
A esos minutos de calentamiento y de suave trote, que ayudan a que pase el tiempo, y que irremediablemente nos van acercando a la hora de la verdad; el momento de la salida, por lo que llega el momento de situarnos en el punto de salida; nos situamos en la cola, quizás para estar todos juntos, quizás para evitar empujones, quizás para correr más tranquilos; oímos un disparo, la masa se empieza a mover y nosotros, la marea naranja del “Nunca correrás solo” con ella, nos damos el último aliento de suerte.
Los primeros kilómetros transcurren entre la multitud, sorteando piernas y grupos de corredores que circulan en paralelo, impidiendo con ello el paso de los que van más rápidos que ellos; poco a poco nos vamos disgregando, Ángel y Mauri por delante, yo siguiendo su estela, Jaime tras de mí, y Abe siguiendo a Jaime; atrás ya quedo Sonia, hasta aquí todo normal, nada va contra natura.
Ya en mi soledad, me concentro en mi carrera, en exigirme y trabajarla, para poder hacer un test más real de mis posibilidades de cara a marzo.
Los kilómetros van cayendo y al ritmo que me exijo voy de momento cómodo; diviso aún la espalda de mis compañeros Ángel y Mauri, lo que sin duda ayuda, a estas alturas podría darles alcance, los metros que nos separan no son muchos, pero seguro que pagaría ese esfuerzo, y soy consciente de que no podría seguirlos más de un par de kilómetros; paso por la zona de la salida, donde los ánimos de Quique, Carlos, y de los míos, Ángeles, Loli e Irene, dan aire a mis pies; paso los doce kilómetros en cincuenta y ocho minutos, algo que anima mi mente, todo va según lo previsto; en el trece me cruzo con Sonia, la animo, me saluda pero no sonríe, no caigo en ese detalle; sigo en la distancia a mis amigos, la espalda de sus camisetas les delata, voy notando el esfuerzo; me acerco al 14, y algo me dice que a partir de aquí se acabo el correr cómodo, llego la hora de dosificar, de trabajar para no perder lo ganado; mis amigos poco a poco se van alejando, visualizo la carrera para medir el esfuerzo y aprovechar las bajadas; entro, por segunda vez en el centro de Getafe, kilómetro dieciocho, las cuentas salen, estaré en el objetivo; kilómetro veinte, último esfuerzo, giro a la derecha para acceder al estadio, de nuevo los ánimos de Carlos, el último aliento y la última sonrisa, la recta, el último esfuerzo, 1h43’46´´ en mi crono; estamos en el tiempo en que queríamos estar, perfecto, a partir de aquí, dos meses para bajar ese crono, pero esa vez será en mi casa.
Me quito el chip, recojo la bolsa del corredor, busco a los míos en la grada, antes de partir a buscar a Sonia y recorrer con ella los últimos kilómetros; veo a Loli con la mano levantada, veo a Ángeles, voy hacía ellos, y veo a Sonia en la grada, paso de mi alegría a su pena, algo no salió bien, algo se torció.
Ya en la grada vamos juntándonos todos, los que han llegado antes y los que han llegado después, todos juntos volvemos a rememorar la carrera, a sonreír, a intercambiar planes, a despedirnos.Y como ya es habitual en mis crónicas de carrera, agradecer el apoyo de Ángeles, Loli e Irene, de Ana, de Carlos, y de Quique.

jueves, 21 de enero de 2010

BENDITO DESCANSO

La semana va transcurriendo con la consigna del descanso y con la vista irremediablemente puesta en Getafe.
Descansar, descansar, recuperar las piernas, con esos pensamientos llegaba a la tirada del martes; con fatiga aún en mi cuerpo, cada zancada que daba era un suplicio; tirando de trabajo para no convertir la salida en un desastre; cincuenta y tres minutos de suspiros, y la esperanza de que aún quedaba mucho para el domingo y de que la cosa no podía más que mejorar.
Y así, descansando, llegué a la tirada de hoy, jueves; sin fatiga en el cuerpo, “bendito descanso”, cada zancada que daba era un mensaje de ánimo para mi cabeza; la salida, a ritmo tranquilo, sin forzar, prometía dejarme buen sabor de boca; cuarenta y nueve minutos de respiros, y con las ganas de pisar la línea de salida getafeña.
Este año correr la media de Getafe es un mero tramite, un puente, que me lleve o al menos me acerque a los objetivos de marzo y abril; sin presiones de bajar marcas, aunque con la intención de hacer una carrera trabajada.
Por supuesto también espero ver por allí a muchos de los amigos de este blog y de este humilde corredor; a la espera de alguna quedada para el domingo, yo espero estar por la zona de entrega de dorsales sobre las 09:15 horas.
Y ya, en este estado de descanso total en que me encuentro inmerso, solo me queda preparar mi mochila azul y meter en ella mi camiseta naranja, la del “Nunca correrás solo”.

domingo, 17 de enero de 2010

SEIS DE SIETE

No es habitual en mí, ya que primo bastante el descanso y la recuperación, pero está semana me ha dejado seis salidas y por supuesto las piernas más cargadas de lo habitual, algo que a priori, de cara a Getafe, no me preocupa mucho ya queda una semana para recuperar esa carga.
Empezaba el lunes, con una tirada corta, y con la intención de recuperar las dos salidas largas del fin de semana pasado y empezar a pensar en los objetivos de León y Madrid; y para eso una tiradita de treinta y cuatro minutos, en los que al final el ritmo fue más exigente de previsto, pero había ganas.
El martes empiezo las tiradas en compañía de Sonia, culpable de que no haya descansado más, y también culpable de uno de mis objetivos, aunque este depende de ella y de sus piernas; tirada de cincuenta y nueve minutos, a su ritmo, llevándola, sin prisas, no las hay, todo llegará.
El miércoles volvemos a citarnos, en esta ocasión solo corremos durante cuarenta y nueve minutos; tiene que regular e ir cogiendo ese ritmo que le permita correr durante más tiempo.
Ya el jueves, se notan los días anteriores, le pesan las salidas, y acortamos peligrosamente el tiempo de rodaje, terminando el entrenamiento con treinta y seis minutos.
El viernes descanso, no puedo salir tantos días seguidos, bueno sí puedo pero no quiero, mi cuerpo me pide de vez en cuando parar, y también hay que hacerlo caso, además de que me permitirá llegar más fresco a las tiradas del sábado y domingo.
Para el sábado tenía programada salida larga con Sonia, pero contratiempos de última hora lo han impedido, por lo que decido pensar en Getafe y hacer una tirada más corta y más intensa; así que me encamino a la ribera del Torío, y en su compañía, y en la de una fina lluvia, correr durante una hora; una hora en la que la cabeza quería lo que no podían mis piernas, que con pesadez hacían lo que podían.
Y llegamos al domingo, a la gran tirada semanal, fina lluvia y temperatura agradable; vuelvo a quedar con el amigo Mauri, quién también será de la partida en Getafe, y juntos afrontamos el último entrenamiento serio antes de la cita; el recorrido elegido, el habitual de los grandes eventos, el de Tendal, como ya sabéis, bastante exigente; empezamos tranquilos, charlando de la media de León, cogiendo el ritmo poco a poco, juntos llegamos hasta la base del Portillín, donde Mauri se va por delante mientras yo sigo su estela en la distancia como puedo, una vez arriba volvemos a unificar nuestras zancadas; antes de la otra subida, la de Golpejar, Mauri, a su pesar, se va por delante definitivamente; a partir de aquí cada uno seguirá a su ritmo y buscará acabar con unas sensaciones positivas que le ayuden para la carrera del próximo domingo; sigo su silueta en la distancia, con mi respiración ya acompasada a mi ritmo (que a gusto corro así), disfrutando y buscando sensaciones; finalmente acabo la salida con 1h28´, las piernas cansadas y las sensaciones queriendo aparecer.
Ahora, y antes de Getafe, una semana por delante para recuperar cuerpo y espíritu de sufrimiento.

miércoles, 13 de enero de 2010

MENOS ES NADA

O menos da una piedra, atrás quedan los días navideños, los días festivos, los días de desidia deportiva, de salidas en las que no se ganaba pero al menos no se perdía el estado de forma, atrás queda la nieve y el hielo; volvamos al presente, a la realidad de la vida; me costo volver a coger la dinámica de los entrenamientos, tanto que hasta el sábado no empecé a tomarlos en serio, con una salida, acompañando a Sonia, en las que dimos cuenta de una salida, llamémosla larga, de 1h27’, que sin duda nos vino bien a los dos, a ella para ir cogiendo ese fondo tan necesario y a mi para satisfacer mi ego de padre.
Ya el domingo volví a la carretera, a otra nueva salida, esta vez en compañía de Mauri, salida que también podemos llamar larga, de 1h25´, en la que rodamos con la vista puesta en Getafe, nuestro objetivo más cercano, en el que intentamos buscar esas sensaciones que nos aproximen al ritmo de carrera, y con la mente ya puesta en nuestra carrera, la media de León, que si nadie lo impide se celebrará el 21 de marzo.
La semana deportiva no dio para mucho, pero al menos volvimos al ruedo.

sábado, 9 de enero de 2010

II EDICIÓN 1ª CARRERA DEL AÑO POR LA SOBARRIBA

Hoy, después de diez días, me reencuentro con mi ordenador, vuelvo a deslizar mis dedos por su teclado, o más bien vuelvo a golpear sus teclas para regresar a este mundo; éste alejamiento quizás ha sido debido a la vorágine de tanta fiesta, o a jornadas laborales más largas de lo habitual, o quién sabe a qué.
Pero todo eso no quiere decir que se me haya olvidado la crónica de la II edición 1ª carrera del año por la Sobarriba, organizada por los amigos del club “
A.D. Corre 2”, y que tuvo lugar el día 3 por las tierras leonesas de La Sobarriba.
La cita era a las 11:30 horas, y como no, allí estábamos un nutrido grupo de amigos, dispuestos a enfrentarnos a las condiciones climáticas y a pasar un buen rato.
Más o menos a la hora prevista se dio la salida, al toque de dulzaina y acompañados por una suave lluvia iniciamos el trote, con unos primeros metros recorridos por el asfalto de “Las Lomas”, para pronto abandonarlo y dar comienzo un recorrido por caminos encharcados y llenos de barro, donde en muchas ocasiones había que tener cuidado para no dar con nuestros huesos en el suelo; inevitablemente el grupo se fue estirando, debido más a las condiciones del terreno que al ritmo de carrera; los kilómetros iban cayendo sin prisas, la lluvia nos respetaba, el entorno era para perder la vista en el horizonte, algo que no siempre podemos hacer, a ritmo vivo pero sin prisas; ya no distingo el color de las zapatillas, ya no miro por donde piso, están llenas de barro, pero hasta eso tenía previsto la organización, llegamos de nuevo al asfalto y antes de abandonar esos caminos embarrados y para quitar todo rastro nada mejor que cruzar un riachuelo; antes de llegar a esa altura compruebo que los corredores que me preceder buscan lugar de paso, cada cual por donde puede, yo elijo el mío; el agua me cubre por encima de la rodilla, quizás me debería haber desplazado un poco más a la derecha, pero bueno es igual, con no caer al agua me conformo; de nuevo el asfalto, y o milagro, “limpitos”, subida dura para entrar en calor, llano, nueva subida y la meta, donde nos vuelve a recibir la dulzaina que hace una media hora nos despidió.
Poco a poco vamos llegando todos los participantes, los grupos se forman, las charlas se prodigan, ya lo dije antes, era una carrera de amigos; ya esta preparado el caldo de Donato, un caldito, dos o los que quieras, zumos, agua, galletas, frutos secos, los mazapanes de Begoña, la entrega de premios, que también los hubo, curioso eso sí, aquí ganaron los últimos, sorteos, risas, gracias “A.D. Corre 2” por darnos ese rato.