martes, 22 de febrero de 2011

¿MERECE LA PENA?

Ha pasado mucho tiempo desde aquel 28 de abril del año 2002; de aquel mi primer Mapoma; de aquella mi primera carrera.
Nunca se me olvidara todo lo que me costó llegar a ese día; todo el esfuerzo; todo el sacrificio.
Pero sobre todo, nunca se me olvidara el día 28, los nervios de la espera, la salida, la carrera, la llegada, el reencuentro con mi Ángel, de esa cara de felicidad que ella dice nunca olvidara, la fatiga, el no poder subir un bordillo, el no volver a poder vivir sin el maratón.
Y ¿ha merecido la pena?, ¿han merecido la pena los recuerdos, los momentos de alegría, de sufrimiento, de superación personal?.
Muchas son las preguntas que me ha rondado durante la semana; ¿dudas?, no; solo preguntas; preguntas que he procurado ir respondiendo durante las salidas en solitario:
El martes, 1h12´, de rodaje suave, de llanos y cuestas.
El miércoles, rodaje más exigente, procurando ir por debajo de cinco minutos kilómetros, mi ritmo de media maratón.
El viernes, tirada de 18 kilómetros, a ritmo de maratón.
Y ¿ha merecido la pena?; y ¿merece la pena?; Si, creo que si, a mi me ha merecido la pena, pero...
El domingo me espera la tirada más larga en compañía de mi hija; un nuevo test que nos acerca a la realidad y nos aleja de los sueños; se acabo el planteamiento por tiempos, volvamos al rodaje por kilómetros, no por capricho, me parece lo más adecuado para sus pretensiones; veintidós kilómetros de suave rodar; veintidós kilómetros de persecución de su reto, de nuestras ilusiones.
Y ¿merece la pena?; y ¿merecerá la pena su esfuerzo, su sacrificio?; y ¿no la estaré empujando hacía ese reto?; y, un sin fin de preguntas que me siguen asaltando, y que quizás solo el tiempo tenga las respuestas.

sábado, 19 de febrero de 2011

RE-VERSOS: DE MARIO BENEDETTI

"Cuando éramos Niños"

Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía.

Luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque era un océano
la muerte solamente
una palabra.

Ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en los cincuenta
un lago era un océano
la muerte era la muerte
de los otros.

Ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.

martes, 15 de febrero de 2011

TODO VALE TODO QUEDA

Seguimos poco a poco caminando, quemando etapas con la vista puesta a lo lejos en ese gran reto de mi hija, que he hecho mío, y que por momentos parece acercarse peligrosamente.
Transitamos por el atípico febrero, con la mitad del viaje hecho; por ese febrerito el corto, con sus veintiocho días, con su San Blas y sus cigüeñas, con su San Valentín y sus rosas a cuatro euros (los capullos son más baratos).
La semana nos ha dejado sensaciones dispares, muy dispares, pero nada que a estas alturas no tenga solución; también nos ha deparado dudas que nos han hecho pensar en negativo, pero no es nada anormal.
Esta semana coincidíamos en horarios y como suele ser habitual salimos juntos, aunque el martes, con el entrenamiento previsto de un rodaje suave de más o menos una hora, decidimos hacerlo por separado.
El miércoles, el día de las series, Sonia tiene programado un entreno de 10x500rec1´, con el consabido calentamiento y descalentamiento; iniciamos el rodaje tranquilos mientras me indica los tiempos entre los que quiere estar, y empezamos con sus series, la marco el ritmo, me sigue hombro con hombro, lo incremento a media que pasan las series, su hombro sigue junto al mío, sin protestar sin pensar. Los números no han sido malos, la primera la hacemos en 2´43´´ y la última en 2´23´´.
El viernes volvemos al trabajo, con un rodaje programado de setenta minutos, y como siempre marco el ritmo a seguir, sin apechugar y a ser posible de menos a más; poco a poco y sin darnos cuenta (aunque creo que ella si se diese cuenta) pasamos de rodar a 5´45´´ a rodar a 5´30´´, ritmo al que hacemos los últimos cinco kilómetros.
Las expectativas no son malas y las sensaciones que estos entrenamientos nos dejan son inmejorables.
Las circunstancias de la vida nos obligan a cambiar el rodaje largo semanal del domingo al sábado; en mi mente bullen las buenas sensaciones de los días pasados, y afronto la tirada larga con mucha ilusión; empezamos suave como siempre, marcamos el itinerario, todo caminos, la duración del rodaje, dos horas, el día para correr, estupendo, todo de nuestra parte; no han transcurrido muchos kilómetros y veo que algo no funciona, marco un ritmo de tirada larga pero mi hombro deja de ser su referencia, bajo la intensidad y a duras penas se pone a mi altura, pasan los minutos, los kilómetros, otro piñón menos y nada, no encuentro su respuesta; así no puede ser, no merece la pena este transitar por el sufrimiento y paro, con una hora y cuarenta y tres minutos es más que suficiente.
De un plumazo se fueron todas las buenas sensaciones que veníamos acumulando, se nos quitaron todas las sonrisas y aparecieron sus temores y sus miedos, no pasa nada, ha sido solo un mal entrenamiento en un mal día; pero a pesar de ser un mal día y haber tenido un mal entrenamiento, es un entrenamiento lleno de lucha, sacrificio y sufrimiento que queda registrado en nuestro cuerpo.
No hay entrenamiento baldío, todo vale todo queda, sonriamos.

domingo, 13 de febrero de 2011

A ELLA

No hay lucha sin sacrificio, ni victoria sin esfuerzo.


Tú puedes.