IX LEGUA NOCTURNA POPULAR SANTA MARÍA DEL PÁRAMO

De nuevo en Santa María del Páramo, para correr su legua nocturna. Una carrera que sin hacer ruido se ha instalado como fija en mi calendario, y en el de muchos de los corredores populares leoneses.

Pasamos del día a la noche entre sus calles. Primero las carreras de los peques, que nos dejaron imágenes de sufrimiento, rabia y desencanto, pero también de alegría y osadía; ellos aún saben poco de estrategias de carrera, simplemente lo dan todo.

Después los andarines, que también partieron en busca de su meta, animados con su charla, demostrando que andando se hace camino.

A pesar de ello la plaza Mayor no ha perdido actividad; ahora somos los mayores, o corredores populares los que llenamos el espacio con nuestros calentamientos, con nuestros estiramientos y nuestras cosas. Ya la noche o la oscuridad empiezan a llenar el cielo de Santa María. Ya nos vamos colocando en la línea de salida; inspiro profundo a la espera de que el grupo se lance a un galope desbocado en el que ya no hay tiempo para nada. Suena el disparo de la desbandada, empujones de prisas, gritos y risas. Corro las calles buscando un ritmo que no me ahogue y que me permita disfrutar; llego al carril bici envuelto por un grupo que aún no se ha roto, tratando de seguir con ese ritmo, aspirando bocanadas de noche; todo va demasiado deprisa, entramos de nuevo en las calles, ya sin grupo, cada uno como puede e intentando dar el máximo; no quiero cejar en el esfuerzo, y entrar en la pista de atletismo hace que no baje los brazos, que siga hasta cruzar la línea de meta, exprimiendo un cuerpo que con ese 24m41s ha quedado más que satisfecho.

Después busco la tranquilidad entre amigos, estiramos y charlamos, de esto, de aquello, y de correr.

La velada aún no ha terminado, queda sin temor a equivocarme lo mejor, cumplir con la tradición de la carrera dando cuenta de tortillas y empanadas, de cervezas e isotónicas, entre parloteos y risas.

Os dejo con las fotos de Ángeles.